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Sofia es una chica progresista e independiente a la que le aterroriza la palabra matrimonio. Los únicos romances en su vida son los de Jane Austen. Eso es hasta que es transportada misteriosamente al siglo XIX. El debut cinematográfico de Diego Montez. Presenta Jules og Jim (1962). Me sorprendió bastante, en el buen sentido, ya que la mayoría de lo que se cuenta sobre el género de fantasía y “qué pasaría si…” ya se ha contado y, por lo general, es un tipo de película cansina, excepto para nuevos públicos que se suman, pero “Lost” en realidad tenía algunos puntos buenos para compartir, un enfoque algo nuevo y una presentación fresca de ciertas cosas a pesar de la gran carga de clichés que la mayoría de nosotros conocemos tanto de las novelas románticas como de los temas de fantasía. Está basada en una novela superventas (que no he leído), así que lo que me atrajo fueron los temas fantásticos y algunos nombres del elenco. Giro de la trama: termina siendo una película divertida y graciosa, del tipo en el que realmente te lo pasas bien. Sigue a Sofia (Giovanna Grigio), una mujer independiente de la era moderna, una gran fanática de las novelas de Jane Austen, que deseaba que su vida romántica fuera exactamente como desmayarse por un noble y gentil tipo Sr. Darcy. Pero en la era de las aplicaciones de citas, los encuentros casuales y los romances que se desmoronan, el sueño solo es real en los libros, o eso cree ella hasta que es transportada de regreso al siglo XIX a un lugar que parece una mezcla de Brasil e Inglaterra, y de alguna manera la diversidad racial es totalmente aceptada (me encantó esto, pero mucha gente se sentirá confundida por esto), y es allí donde accidentalmente se topa con el joven, guapo y respetable Ian Clarke (Bruno Montaleone). El resto depende de ti, completa los espacios en blanco a medida que crece la confusión entre seres de diferentes épocas, diferentes comportamientos y costumbres sociales, y si habrá algún amor. Los valores de producción fueron asombrosos, desde el vestuario y la dirección de arte hasta la locación (no estoy segura de dónde se filmaron esos hermosos paisajes donde Sofía e Ian montan a caballo), el paquete estuvo bien presentado. Y si uno tiene que decir que hay cierta urgencia por “Gone Girl” o al menos una audiencia para ella, son aquellos que se sienten exactamente como Sofía, viviendo y enfrentándose a una era tecnológica increíble, y la capacidad de creer en el amor y el matrimonio fuera de un mero contrato social; pero la era que tenemos carece de conexión humana, afecto real (como si el período de Austen fuera totalmente así de perfecto). Entonces, la película hace una comparación interesante de la era, el romance de las novelas clásicas contrastado con los tiempos modernos y cómo esos dos podrían conectarse… si alguna vez lo hacen. Con esas preguntas, hay mucho humor, la pareja es muy encantadora al igual que los personajes secundarios: la hermana de Ian (Nathália Falcão) fue mi favorita, siendo encantada por las gafas de sol y siempre servicial con Sofía. Sin embargo, como historia que tira algunos golpes a los clichés ya sea de fantasía, literatura o vida real, “Gone Girl” casi se pierde en ellos por demasiado tiempo, pero es una de esas cosas que siempre atrae a las audiencias que aman esos temas, pero asusta a quienes se sienten cansados por la repetición. No me molestó mucho, y logré sorprenderme con un par de cosas, y la conclusión se sintió bastante justa con todo lo que se presentó. Ficción como ficción, pero a veces hay toques que se alejan de la realidad. Vivir y aprender. 7/10.
